Este lunes, el Municipio de Resistencia impidió el ingreso a jubilados de la comuna capitalina, quienes eran esperados por las y los Concejales de la UCR, Carlos Salom, Teresa Celada y Carla Canteros, y del Frente Chaqueño Alicia Frías y Fabricio Bolatti, para abordar temas relacionados a probables incrementos en “negro” que se podrían volver a otorgar al personal activo municipal; y la reunión con los ex trabajadores y trabajadoras debió realizarse en la vereda.
A la fecha, fueron presentadas de manera “oficial” dos medidas o propuestas de “actualización salarial”, tema que está ausente en la agenda legislativa desde que asumió la actual gestión; sólo una mínima asignación “en negro” fue lo recibido en el 2020 por la familia municipal.
En esta oportunidad las iniciativas corresponden a una asignación de monto incierto en concepto de “refrigerio”, por la que no se hacen contribuciones a la seguridad social, y una segunda asignación por “permanencia en la estructura” que también constituye un monto fijo no definido, el que se incrementa según la antigüedad y nivel en la Escala de cada agente.
La particularidad de este segundo y nuevo concepto propuesto por el Intendente, es que es “remunerativo” a los efectos de la futura jubilación, pero “no bonificable”, lo que lo deja fuera de la base de cálculo para los otros beneficios que se recuestan por el sueldo básico. Que en ambos casos constituyen las causas de preocupación de miles de pasivos municipales, además de quienes integran la Caja Municipal, que no se encuentran como beneficiarios en el texto presentado; ya que el ser “remunerativo”, cuando constituye un nuevo concepto, no da garantías de su traslado al haber jubilatorio, ni al bolsillo de los actuales pasivos.
Perjudica a trabajadoras y trabajadores activos, jubilados, Caja Municipal y Concejo
Grupos de activos y pasivos que hace más de un año no reciben incrementos generales y formales, sufrieron la generalizada pérdida del poder adquisitivo, dejándolos en una situación angustiante como otros sectores de la sociedad. Con esta difícil realidad, donde no hay mucho margen para analizar el impacto de una medida en el tiempo, más bien solo se piensa en contar con algún “mango más”, constituye la situación utilizada por el Ejecutivo Municipal para apurar el análisis y decisión que recae sobre el Concejo Municipal.
Pero de aprobarse tal como está planteado se abandonaría un criterio o regla contenida en el Estatuto del Empleado Municipal, que es el uso del “básico salarial, remunerativo y bonificable” como estructura vertebral del sistema, lo que permite garantizar una jubilación acorde y en relación directa a lo recibido durante la actividad laboral, además de mantener un sistema de actualización previsional directo y basado en la solidaridad, tal como fuera pensado.
Aplicar la propuesta de bonificación especial por “permanencia en la estructura” que impulsa el Intendente, significa comenzar a desarmar y desordenar el esquema vigente, lo que normalmente termina con perjuicios a las y los trabajadores, con impacto negativo en las y los jubilados municipales, también genera incertidumbre en quienes prestan servicio en la Caja Municipal que depende del “básico” del Secretario de Hacienda, y finalmente hasta en el propio Concejo.
Tener un menor gasto y que la diferencia se traslade al bolsillo
Porque puede ser y lo fue muchas veces, un fundamento para aplicar este tipo de medidas en tiempos de emergencia. Sobran antecedentes. Pero en este caso el Municipio debería hacer las contribuciones y retener los aportes jubilatorios, los que deben tener como destino el Insssep, tal fuera el caso de si se diera un aumento por incremento en el “básico”, por lo que no hay ahorro. No se da esta coincidencia en lo relacionado con lo “bonificable”, ya que la iniciativa prevé que no sea base de cálculo de otros conceptos, lo que de ser la única razón técnica que se desprende del texto, creemos que si se estudia y trabaja la iniciativa oficial, junto a la que hemos presentado y otros antecedentes, podríamos encontrar una mejor norma que no afecte los derechos laborales conquistados, ni tenga mayor impacto económico para las arcas municipales, impacto que no se adjunta en la propuesta realizada.
El refrigerio puede tener la misma intención, pero es más común en el mundo laboral
En el Municipio, el refrigerio es de aplicación real en el servicio, pero podría ser discutible si no es mejor una asignación pecuniaria que lo cubra, lo que no garantiza en la práctica que sea un refuerzo alimentario en plena jornada, pero es realmente discutible y justificable, ahora si no preguntan el monto que se va a asignar en esta primera aplicación si fuera aprobada, las y los Concejales que tenemos la responsabilidad de saber su impacto presupuestario, no tenemos la información.
Por ello, tal como lo manifestamos en la reunión que mantuvimos “en la vereda”, tenemos el compromiso de trabajar para obtener la mejor normativa, la que pueda contener la mayor cantidad de intereses laborales y previsionales, además de tener en cuenta la mirada oficial, para lo que indefectiblemente necesitamos acceso a la información necesaria y la voluntad del Departamento Ejecutivo de trabajar en conjunto por la misma solución.